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San
Remo trágico
Ciao amore, ciao: ¿la canción más gafe de la historia de la música pop?
(ref. "El Efecto Orégano - nr. cinco")
Cuando
la madrugada del 27 de enero del 67 Luigi Tenco se volaba la cabeza, con su
Walther PPK calibre 7.65, en la habitación 219 del hotel Saboya de San Remo
tras ver como su canción Ciao, amore, ciao - que había presentado al festival
de esa ciudad junto a la cantante italofrancesa Dalida - era eliminada por el
jurado popular con tan sólo 38 votos sobre 900 posibles, el drama saltaba a
primera plana de la prensa italiana y sudamericana.
Cuando un mes más tarde, exactamente el 27 de febrero, Dalida intentaba a su
vez acabar con su vida ingiriendo una sobredosis de barbitúricos, el drama
adquiría dimensiones shakespearianas.
La llegada a San Remo había sido espectacular, Dalida - en la cumbre de su
carrera - y Tenco - cantante del momento en Italia - mantenían un romance desde
octubre del año anterior, y se presentaban como favoritos a llevarse el
festival.
La cantante francesa, locamente enamorada de Tenco, acudía a San Remo por
compromisos con la discográfica RCA (con la que ambos tenían contrato) y,
fundamentalmente, para apoyar la todavía emergente carrera de Tenco quién, por
el contrario, se mostraba reticente a tomar parte en el festival.
La velada del 26 de enero, día del concurso, no comenzaba de la mejor manera
posible. Tenco, que había tenido que tomar una fuerte dosis de calmantes y
whisky para vencer su miedo escénico, veía como su pase de Ciao, amore, ciao
dejaba indiferentes a los espectadores congregados en el Teatro del Casino de
San Remo.
Cuando llegó el momento del segundo pase, esta vez a cargo de Dalida, Tenco
asistía entre bastidores a la ovación del público a la cantante, pero no así
a su canción.
Una vez la eliminación por el Jurado Popular era ratificada por la Comisión de
Expertos, toda la gente de la RCA desplazada al festival se reunía para cenar
en el Nostromo. Todos menos Tenco quien, tras acompañar a Dalida hasta la
puerta del restaurante, se había retirado al hotel debido a su estado de ánimo,
mezcla de ira, frustración y tristeza.
Preocupada por su amado, Dalida abandonaba el Nostromo en mitad de la cena, y se
desplazaba al Saboya con la intención de consolar al abatido Tenco.
Sin embargo, llegada a la habitación 219 sólo un cadáver la esperaba, tendido
en el suelo en medio de un charco de sangre.
El orgulloso amante no había soportado ser causante de la humillación de su
bienamada y su canción, que aunque de calidad notable, era demasiado complicada
para un festival como éste. Cuando un mes más tarde, días después de cantar
Ciao, amore, ciao en el festival Guy Lux en honor a su amado muerto, Dalida
intentaba acabar con su vida ingiriendo 75 calmantes, la prensa no dudaba en
hacer de la pareja unos nuevos Amantes de Verona recordando las palabras de la
cantante que, parafraseando a Victor Hugo, decía: "Cuando se pierde a la
persona amada, el mundo se vacía".
Hay quienes aportan otra versión de este drama, más trágica si cabe, amparándose
en la existencia de tres cartas que Tenco habría enviado entre 1965 y 1967 a
quien el llamaba su amada Valeria, una muchacha romana que habría sido el amor
verdadero de Tenco, y a la que habría perdido por su romance con Dalida (que él,
en su tercera carta explicaba como un montaje publicitario) y por la participación
junto a ella en el festival.
Esta pérdida, y no la derrota en el Festival, habría sido según esta versión
la causa del suicidio del cantante.
Dalida, haciendo caso omiso de esta teoría, mantuvo en sus declaraciones que el
amor entre Tenco y ella había sido real. Así lo hizo hasta que el 3 de mayo de
1987, y de nuevo mediante una sobredósis de barbitúricos, conseguía poner fin
a su existencia.
Junto al cadáver se encontró una escueta nota que decía: "La vida se ha
vuelto insoportable … perdonadme".